En el marco de un desorden financiero y una deuda pública por 150 millones de pesos, el ayuntamiento porteño decretó suspender los días viernes el servicio de atención al público, no así el pago como día laborado.
Con salarios que oscilan entre 200 y 900 pesos diarios, desde una secretaria hasta un jefe de departamento son los barrenderos más caros que paga la sociedad de Lázaro Cárdenas cada viernes.
Al instituir el último día de semana laboral como de campaña de limpieza, la presidencia municipal saca personal administrativo a barrer calles y en compensación les otorga el día con goce de sueldo. Actitud que causa malestar entre la población que acude a realizar trámites y pagos que sólo se hacen en el palacio municipal.
“A la larga terminas robando a la comunidad” reconoció la regidora Eloísa Berber Zermeño, tras resaltar que los empleados municipales perciben un sueldo muy por encima que cualquier barrendero. “Y es precisamente para realizar un servicio calificado por lo que se les paga, no para barrer calles”.
Recordó que en la administración anterior impusieron esta modalidad “Nosotros lo institucionalizamos, para hacer conciencia de que todos deberíamos barrer, ya que todo mundo debe tener limpio su espacio”.
“Sin embargo hacerlo todos los viernes en un par de horas y tomar el día para ya no regresar a trabajar perjudica a la población porque hay servicios que se prestan diariamente dentro del ayuntamiento, desde una carta de recomendación hasta licencias que no se pueden expedir porque la gente anda haciendo otra cosa”. Sostuvo la funcionaria pública.
Esta acción busca tapar el fracaso del programa de ciudad limpia que no ha hecho posible este ayuntamiento, para que los ciudadanos tomen conciencia y barran el frente de su casa, por lo que hace uso los viernes de toda la plantilla laboral de confianza que debería realizar un trabajo de acuerdo a su especialidad.